La labradorita es conocida por ser una piedra protectora. Absorbe las energías negativas hasta que se disuelven. Elimina el estrés, las ondas negativas y las ansiedades, para favorecer la calma interior y el bienestar.

Colocado sobre el chakra del plexo solar (a nivel del estómago), facilitaría la distribución de las energías físicas y mentales, apoyaría el compromiso, el respeto y la tolerancia.
Colocada en el chakra del corazón (en el centro del pecho), favorece la confianza en uno mismo, la paz interior y la serenidad.

¿Cómo recargar la labradorita?

Como la labradorita elimina las energías negativas, es importante purificarla para vaciarla de todo lo que ha acumulado y recargarla regularmente.
Para limpiarlo, sumérjalo toda la noche en un recipiente con agua clara, destilada o desmineralizada y sin sal.
Para recargarlo, exponlo a la luz de la luna durante unas horas. Preferible la luz de la luna durante los ciclos de luna llena. Para obtener la máxima eficacia, puedes colocarlo sobre un montón de cuarzo o una geoda de amatista.